domingo, 10 de mayo de 2009

CANTABRIA.


LiencresEntre el azul del mar que lleva su nombre y la barrera que forman los Picos de Europa se extiende el territorio de Cantabria, una región repleta de espacios naturales protegidos con gran celo. Desde el hayedo de LA RESERVA NACIONAL DEL SAJA hasta el PARQUE DE LA NATURALEZA DE CABARCENO pasando por la hermosa PLAYA DE OYAMBRE o las DUNAS DE LIENCRES, entre otros muchos espacios destacables, Cantabria se ofrece al visitante en su estado más puro.

Las verdes praderas, los frondosos bosques, los paradisiácos valles y las altas cumbres de las montañas configuran el paisaje de esta tierra surcada por ríos de cursos rapidísimos que se vuelcan sobre el mar Cantábrico formando amplias rías y meandros. Su costa es una sucesión de hermosas playas de fina arena que se alternan con afilados acantilados en los que rompen las olas de su bravo mar.

Cantabria es una región muy diversa y hetereogéna, puesto que en cada uno de sus valles la vida se ha desarrollado con unas peculiaridades específicas, propiciadas por el aislamiento al que la naturaleza les ha sometido. Las fronteras naturales han determinado las actividades campesinas de los habitantes de los diferentes compartimientos estancos en los que Cantabria se halla dividida.

La pradera cantábrica es una ecosistema en el que desde hace siglos el hombre y los animales conviven junto a la naturaleza que se abre hacia el mar. Mientras que en el sur-oeste de la región, las altas cumbres de los Picos de Europa se convierten en el nacimiento de ríos que vierten sus aguas en tres mares diferentes. Estas montañas se convirtieron en punto de referencia de los navegantes que se acercaban hasta la orilla cantábrica y desde ellas, en los días claros, se puede observar gran parte del territorio cántabro.

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