lunes, 14 de diciembre de 2009

Hay que saber gemir en la cama....


Un tipo llega a su casa y le dice a su mujer:

Te cuento Julia,
que vengo de ver una película porno, y no te imaginas la cantidad
de locuras que allí se ven.





¡¿Qué me dices, Manolo?!.. ¡Cuéntame!...



No te imaginas cómo se quejan las mujeres cuando hacen el amor...
Sabes, yo creo que eso nos falta para ponerle más sazón a nuestro
matrimonio.





¿Te gustaría que yo me queje, Manolo?
Estaría muy bien, Julia.




¿Por qué no lo intentas?





Y efectivamente, la pareja se dispone a poner en práctica la novedad.

Esa noche el hombre empieza a acariciarle los hombros a la mujer y ella le pregunta:

¿Empiezo a quejarme?

No, todavía no Julia.

Continúa acariciándole la cintura, las piernas y la esposa nuevamente le
pregunta: ¿Ahora? ¿me quejo ya?

Espera un poco más. A los 20 minutos el hombre sube a donde tiene que subir y empieza a hacer lo que tiene que hacer y le dice a su mujer al oído:

- Ahora Julia, ahora ¡¡¡¡¡comienza a quejarte!!!!!

¡¡¡¡Ay Manolo, los niños están cada día más insoportables; el dinero que me das diario no me alcanza; el pequeño necesita zapatos nuevos; tu madre llama para joder todos los días; se acabó el gas; tenemos que comprar un frigorífico nuevo; ya no sé qué cocinar!!!!! y para colmo no me viene la regla.....


¿¿¿¿SIGO QUEJÁNDOME MANOLO?


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