Ahora mejor que nunca sería el
momento para que el Papa entrara
en escena. El informe que revela
los abusos sexuales a miles de menores
en Irlanda sólo provoca pavor
y desprecio hacia aquellos que,
envueltos en la sotana y en el negocio
de la fe, torturaron a niños que
no podían defenderse. Entre tanto
discurso contra el aborto, el uso
del condón y el matrimonio homosexual,
el señor Ratzinger debería
barrer la basura que tiene en su
propia casa.
(Visto en Publico. Por Casandra).
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