Mientras paseaba por el inmenso parque, un hombre vio a otro que
estaba abrazado a un árbol, con una oreja ajustada fuertemente contra
el tronco.
Viendo esto, el hombre preguntó:
Sólo por curiosidad, ¿qué estás haciendo?
Estoy escuchando la música del árbol, respondió el otro.
Vamos, vamos. Tienes que estar bromeando.
Por supuesto que no.
¿Quieres escuchar?
No pudiendo más con su curiosidad, el paseante dice, 'Está bien...'
Así que colocó sus brazos alrededor del tronco y acercó su oreja.
Con esto, va el otro, le pone un par de esposas, le quita la
billetera, sus anillos, su reloj, las llaves del coche, toda la ropa y
se va corriendo.
Dos horas después, otro caminante pasó cerca, vio al hombre desnudo,
esposado al árbol, y le preguntó:
'¿Qué te ha pasado, hombre?'.
El hombre le contó la terrible historia de cómo y porqué se encontraba allí.
Cuando terminó de contarle lo sucedido, el otro movió la cabeza en
señal de comprensión, caminó hasta quedar detrás de él, lo besó suavemente en la oreja y mientras se bajaba la bragueta, le dijo...
'Me da que hoy no es tu día, campeón...
No hay comentarios:
Publicar un comentario