viernes, 11 de septiembre de 2009

Monjita grosera...


En el convento estaba como interna una
monjita muy grosera;
Siempre que estaba hablando con sus
compañeras de cualquier
cosa decía groserías.

Las demás estaban cansadas de ella y, en
una charla que tuvieron,
llegaron a la conclusión de que, cuando
ella empezara con sus
palabrotas, todas se levantarian de la mesa y
la dejarían sola.

En una ocasión estaban hablando sobre la
guerra y sus
consecuencias y una dijo:'si yo pudiera,
mandaría un camión lleno
de alimentos para toda la gente pobre.'

otra dijo: 'si yo pudiera mandaría un
camión lleno de medicinas
para los enfermos.'

Y, dice la monjita grosera:
"si yo pudiera mandaría un camión
lleno de putas para los soldados.'

De repente se levantan las monjas y se dirigen
a la puerta,...y la
monjita grosera les dice: '¡Espérense,
cabronas,...todavía ni he
contratado el camión!'



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