Hace tiempo me compré un comedero para pájaros.
Lo colgué en el porche de mi jardín y lo llené de
granos y semillas.
Era en verdad un bonito comedero y era un espectáculo ver
a los pajaritos de cerca.
Al cabo de una semana eran ya centenares los pájaros que
se aprovechaban del aprovisionamiento constante de comida
gratuita y disponible sin ninguna dificultad.
Luego los pájaros empezaron a hacer sus nidos bajo el
porche, en la parra, cerca de la barbacoa, e incluso sobre
la mesa.
A continuación vino la caca. Estaba por todas partes.
Sobre las baldosas del porche, sobre las sillas, sobre la
mesa... ¡en todo!
Después algunos pájaros empezaron a ser agresivos. Se
lanzaban sobre mí e intentaban picotearme a pesar de ser yo
quien les alimentaba pagando de mi bolsillo.
Otros eran ruidosos y prepotentes.
Se apalancaban sobre el comedero piando y trinando a todas
horas, noche y día, para recordarme que rellenara el
comedero si la comida escaseaba.
Al cabo de cierto tiempo no conseguía ni siquiera poder
sentarme en mi propio porche.
Por lo que decidí quitar el bonito comedero y en tres
días los pájaros desaparecieron de mi jardín.
Hice limpieza y puse todo en orden, eliminando incluso
todos los nidos del porche.
Muy pronto mi porche volvió a ser aquello que siempre
había sido: un lugar tranquilo y sereno, sin ningún
alborotador reclamando "el derecho a comida
gratis".
Ahora, reflexionemos:
Nosotros hemos obtenido con nuestro trabajo y con nuestros
sacrificios un sistema con muchos derechos y ventajas
sociales: sanidad pública gratuita, escuelas gratuitas,
facilidades económicas para los menos favorecidos,
viviendas populares a precios muy bajos; y permitimos a
quien quiera que nazca aquí ser automáticamente ciudadano
de nuestro País.
Luego llegaron los emigrantes ilegales a centenares de
miles, que gozan de las mismas ventajas.
Para pagar los mayores gastos nosotros debemos pagar
mayores impuestos.
Las viviendas populares son ocupadas por la fuerza y nadie
paga su alquiler.
Si tenéis que ir a un servicio de urgencias de hospital,
deberéis esperar horas para ser visitados porque dichos
servicios están invadidos por extracomunitarios.
Vuestro hijo en la escuela de párvulos podrá tener
problemas a la hora de comer porque el comedor estará
condicionado por absurdas imposiciones religiosas en los
menús.
Se eliminarán todos los crucifijos y no se celebrará la
Navidad para "no herir la sensibilidad" de los
extranjeros, sin ningún respeto por la nuestra.
¡¡ Que es la sensibilidad de los dueños de la casa !!
La criminalidad crece, y la que se ceba contra la gente
débil y común (nosotros) en un 75% de los casos es obra
del 10% de la población (los extranjeros); mientras que las
cárceles están tan llenas que los delincuentes, con la
inestimable ayuda de una Justicia perezosa e ineficaz, son
puestos en circulación casi enseguida, por lo que
recomienzan de nuevo a hacer robos y asaltos.
Y si se busca la forma de frenar esta calamidad he aquí
que se alzan las voces de protesta de muchos imbéciles que
gritan contra la violación de los derechos civiles (de los
'otros', porque nuestros derechos les importan un
bledo a esos mismos imbéciles).
Es sólo mi opinión pero quizás haya llegado el momento
para nuestro Gobierno, de quitar el comedero de pájaros y
hacer limpieza.
Si estáis de acuerdo haced circular este mail.
Si no estáis de acuerdo, continuad limpiando la caca...
Lo colgué en el porche de mi jardín y lo llené de
granos y semillas.
Era en verdad un bonito comedero y era un espectáculo ver
a los pajaritos de cerca.
Al cabo de una semana eran ya centenares los pájaros que
se aprovechaban del aprovisionamiento constante de comida
gratuita y disponible sin ninguna dificultad.
Luego los pájaros empezaron a hacer sus nidos bajo el
porche, en la parra, cerca de la barbacoa, e incluso sobre
la mesa.
A continuación vino la caca. Estaba por todas partes.
Sobre las baldosas del porche, sobre las sillas, sobre la
mesa... ¡en todo!
Después algunos pájaros empezaron a ser agresivos. Se
lanzaban sobre mí e intentaban picotearme a pesar de ser yo
quien les alimentaba pagando de mi bolsillo.
Otros eran ruidosos y prepotentes.
Se apalancaban sobre el comedero piando y trinando a todas
horas, noche y día, para recordarme que rellenara el
comedero si la comida escaseaba.
Al cabo de cierto tiempo no conseguía ni siquiera poder
sentarme en mi propio porche.
Por lo que decidí quitar el bonito comedero y en tres
días los pájaros desaparecieron de mi jardín.
Hice limpieza y puse todo en orden, eliminando incluso
todos los nidos del porche.
Muy pronto mi porche volvió a ser aquello que siempre
había sido: un lugar tranquilo y sereno, sin ningún
alborotador reclamando "el derecho a comida
gratis".
Ahora, reflexionemos:
Nosotros hemos obtenido con nuestro trabajo y con nuestros
sacrificios un sistema con muchos derechos y ventajas
sociales: sanidad pública gratuita, escuelas gratuitas,
facilidades económicas para los menos favorecidos,
viviendas populares a precios muy bajos; y permitimos a
quien quiera que nazca aquí ser automáticamente ciudadano
de nuestro País.
Luego llegaron los emigrantes ilegales a centenares de
miles, que gozan de las mismas ventajas.
Para pagar los mayores gastos nosotros debemos pagar
mayores impuestos.
Las viviendas populares son ocupadas por la fuerza y nadie
paga su alquiler.
Si tenéis que ir a un servicio de urgencias de hospital,
deberéis esperar horas para ser visitados porque dichos
servicios están invadidos por extracomunitarios.
Vuestro hijo en la escuela de párvulos podrá tener
problemas a la hora de comer porque el comedor estará
condicionado por absurdas imposiciones religiosas en los
menús.
Se eliminarán todos los crucifijos y no se celebrará la
Navidad para "no herir la sensibilidad" de los
extranjeros, sin ningún respeto por la nuestra.
¡¡ Que es la sensibilidad de los dueños de la casa !!
La criminalidad crece, y la que se ceba contra la gente
débil y común (nosotros) en un 75% de los casos es obra
del 10% de la población (los extranjeros); mientras que las
cárceles están tan llenas que los delincuentes, con la
inestimable ayuda de una Justicia perezosa e ineficaz, son
puestos en circulación casi enseguida, por lo que
recomienzan de nuevo a hacer robos y asaltos.
Y si se busca la forma de frenar esta calamidad he aquí
que se alzan las voces de protesta de muchos imbéciles que
gritan contra la violación de los derechos civiles (de los
'otros', porque nuestros derechos les importan un
bledo a esos mismos imbéciles).
Es sólo mi opinión pero quizás haya llegado el momento
para nuestro Gobierno, de quitar el comedero de pájaros y
hacer limpieza.
Si estáis de acuerdo haced circular este mail.
Si no estáis de acuerdo, continuad limpiando la caca...
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